Las explicaciones científicas no se validan mediante la objetividad.


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Humberto Maturana:Doctorado en Biología de la Universidad Harvard, registró por primera vez la actividad de una célula direccional de un órgano sensorial, junto al científico Jerome Lettvin del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Desarrolló el concepto de autopoiesis, el que da cuenta de la organización de los sistemas vivos como redes cerradas de autoproducción de los componentes que las constituyen. Además, sentó las bases de la biología del conocer, disciplina que se hace cargo de explicar el operar de los seres vivos en tanto sistemas cerrados y determinados en su estructura.





Extracto de "El sentido de lo humano"-Humberto Maturana.

Las explicaciones científicas son mecanismos generativos, es decir, son proposiciones de procesos que dan origen a los fenómenos por explicar como resultado de su operar, y son aceptadas como tales en la comunidad de los científicos en tanto satisfacen con otras condiciones el criterio de validación de las explicaciones científicas que esta misma comunidad ha establecido. Estas condiciones consideradas generalmente como método científico son las siguientes:

I.    La descripción del fenómeno que se desea explicar como experiencia del observador. Esto es, la especificación del fenómeno por explicar describiendo las condiciones que un observador debe satisfacer en su dominio de experiencias a fin de tener la experiencia por explicar.

II.    La proposición de un proceso generativo que como un mecanismo ad hoc genera el fenómeno por explicar como resultado de su operar en el dominio de las experiencias del observador.

III.    La deducción a partir de las coherencias operacionales implícitas en la operación del mecanismo generativo propuesto en II, de otras experiencias no consideradas en su proposición, y de las condiciones que un observador debe satisfacer para tenerlas.

IV.    La realización y la experiencia de lo deducido en III por un observador que satisfaga en su dominio de experiencias las condiciones allí requeridas.

Cuando estas cuatro condiciones se satisfacen de manera conjunta, el observador puede decir que el mecanismo generativo propuesto en el punto II, es una explicación científica.

Un examen serio de este criterio de validación para el explicar científico revela un sistema de coherencias operacionales que no precisan de la noción de objetividad para operar. O, en otras palabras, no es el caso que para que nosotros hagamos explicaciones científicas sea necesario un mundo de objetos. Todo lo que se requiere es una comunidad de observadores estándar (operacionalmente coherentes) que generen afirmaciones validadas por el criterio de validación descrito arriba. Las explicaciones científicas se validan en el dominio de experiencias de una comunidad de observadores y son atingentes a las coordinaciones operacionales de los miembros de esa comunidad, en las circunstancias de que son miembros de esa comunidad las personas que aceptan y usan ese criterio para validar su explicar.

El éxito de las explicaciones científicas en proveer una validación operacional no constituye una prueba de la objetividad del mundo que experimentamos ni tampoco puede ser empleado como prueba indirecta de que el fenómeno de la percepción consiste en verdad en captar los rasgos de objetos que existían en un mundo independiente de las acciones del observador. Por esta razón, el objeto distinguido y descrito en las coordinaciones de acciones del lenguaje en una comunidad de observadores, no puede ser empleado para validar afirmaciones acerca de él en el dominio de la ciencia con la pretensión de que se trata de afirmaciones que son válidas con independencia de lo que el operador hace para hacerlas.

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