Analizando la ciencia del calientamiento global.






























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Entrevista con el Dr. Arthur Robinson
Por William F. Jasper

El Dr. Arthur Robinson es profesor de química y cofundador del Oregon Institute of Science and Medicine, creado en 1980 para llevar a cabo investigaciones básicas y prácticas sobre cuestiones aplicables al crecimiento de la calidad, la cantidad y la extensión de la vida humana. Como parte de su trabajo, edita el newsletter Access to Energy.

En colaboración con otros científicos, el Dr. Robinson fue uno de los primeros críticos de las teorías apocalípticas sobre el calentamiento global. Ha escrito artículos y creado presentaciones en video para demostrar que la hipótesis del calentamiento global causado por los seres humanos está equivocada, mostrando que la hipótesis no se sustenta sobre evidencia observable. Para llegar a dicha conclusión, el Profesor Robinson y sus colegas compilaron las conclusiones presentes en cientos de reseñas hechas por sus pares sobre estudios acerca de todos los aspectos de la hipótesis del calentamiento global.


The New American: Sintonice cualquier canal, abra cualquier periódico o revista, y le resultará claro que estamos siendo bombardeados con el mensaje de que la Tierra se está calentando. ¿Tiene algún mérito esta aserción?

Dr. Arthur Robinson: Sí, pero la temperatura sólo está subiendo 0.5º por siglo. Más aún, este crecimiento no es causado por la actividad humana.

TNA: Aquellos que culpan a la humanidad de ser la causante del calentamiento global responderían a eso diciendo que la Tierra tiene la más alta temperatura de los últimos 400 años, y que esto es significativo.

Dr. A. R.: Y tienen razón; pero ellos sólo muestran los datos de los últimos 400 años. Si se toman en consideración los datos de un intervalo de tiempo más extenso, las temperaturas de hoy no resultan especialmente cálidas. La temperatura actual se halla cercana al promedio de los últimos 3.000 años. Hizo mucho más calor durante el Pico de Clima Medieval, hace 1.000 […]. El clima, tal como sabemos por los registros históricos, fue bueno durante dicho período cálido. De hecho, fue un poco mejor que el actual. De manera que sí, el de hoy es el clima más cálido en 400 años. Más aún, la temperatura —la cual está subiendo muy lentamente— está relacionada con la actividad solar y no con el uso de hidrocarburos.

TNA: Esa misma gente diría que la ciencia ya ha hablado y que la causa es el CO2. ¿Qué dice usted?

Dr. A. R.: Gore y los demás nos dicen que el CO2 es un polutivo y que los seres humanos han causado este terrible problema. Pero en verdad la atmósfera contiene mucho dióxido de carbono. El dióxido de carbono, el agua y el oxígeno son necesarios para la vida. Sin dichas sustancias en la atmósfera, la vida no sería posible. Todo el carbono en nuestros cuerpos se origina como dióxido de carbono atmosférico. Además, sólo estamos contribuyendo moderada y temporalmente a los niveles de CO2. El dióxido de carbono se mueve a través de la atmósfera en su camino hacia los océanos y hacia la biósfera. El uso humano ha causado un aumento pasajero durante el siglo pasado, de cerca de 0.03 a 0.04 por ciento de moléculas atmosféricas. El hombre produce cerca de 8 gigatones por año, pero hay 40.000 gigatones en la biósfera y en los océanos.

TNA: ¿De dónde provienen?

Dr. A. R.: Simplemente están allí, como parte de la naturaleza. Entre 1880 y 1890, el nivel de CO2 in la atmósfera fue de cerca de 295 ppm [partes por millón]. En comparación, esta oficina en la que ahora mismo estamos está por encima de los 1.000 ppm debido a que todos estamos exhalando dióxido de carbono.

El crecimiento en la atmósfera causado por los humanos no es permanente, sino temporal. Dicho crecimiento sólo es mantenido por nuestra producción y, en cuanto dejemos de producir en algún momento futuro, cuando nuestra tecnología avance, volverá a su nivel naturalmente controlado.

Cuando utilizamos hidrocarburos, el dióxido de carbono resultante va a través de la atmósfera hacia los océanos y la biósfera, de manera que hay un alza en la atmósfera. El dióxido de carbono tiene una vida promedio muy breve, de cerca de siete años, en la atmósfera. Sin embargo, mientras se encuentra altamente concentrado, es maravilloso para nosotros debido a que hace que nuestras plantas crezcan más rápidamente, lo cual aumenta marcadamente la cantidad y la diversidad de la vida vegetal y animal.

TNA: Al Gore dice también que el IPCC (2) de la ONU ha hablado y que el debate se terminó, ya que existe un consenso. ¿Qué dice usted ante eso?

Dr. A. R.: Actualmente, la ONU dice tener cerca de 2.500 personas ocupadas en esto y cerca de 600 científicos seriamente involucrados. A esto es a lo que Al Gore apuntaría hoy.

Nosotros tenemos más de 22.000 científicos firmantes de nuestra petición sobre el calentamiento global, los cuales han echado una mirada a la cuestión y concluido esencialmente lo opuesto que esta gente de las Naciones Unidas. Esto no nos dice nada sobre la ciencia. La ciencia no depende de una votación. El solo hecho de que contemos con 22.000, mientras que la ONU puede tener 600, no tiene importancia. Lo único que nuestra petición demuestra es que no hay consenso entre los científicos en su apoyo a los dichos de la ONU.

Las cuestiones científicas nunca se deciden de esta manera. La ciencia tiene que ver con la verdad natural. La verdad no necesita abogado alguno. Se sostiene en pie por sí misma.

En ciencia, un científico puede descubrir la verdad acerca de algo. Luego desarrolla una hipótesis, y dicha hipótesis es puesta a prueba por varios medios. En tanto que la hipótesis pase las pruebas experimentales, se vuelve más fuerte y más confiable —a menos que falle en la prueba experimental. Si es una muy buena hipótesis con una amplia utilidad, puede difundirse por toda la comunidad científica y convertirse en parte de la base del conocimiento científico. El proceso por el cual esto ocurre no es lo importante. La verdad es lo importante. La verdad científica no se determina por votación o por reuniones convocadas.

TNA: Pero cuando se echa una mirada a los pronunciamientos de las Naciones Unidas —el IPCC y los medios— el público promedio es inducido a creer que el calentamiento global ha sido ya comprendido y resuelto.

Dr. A. R.: La ciencia climática es una ciencia muy primitiva. La atmósfera es un sistema complicado, en forma similar a la bioquímica humana. Sabemos algunas cosas, pero no conocemos la mayor parte de los hechos que necesitamos conocer. Como usted sabe, los climatólogos tienen problemas para predecir el clima con una o dos semanas de antelación. Ciertamente, no pueden predecir el clima varios años hacia el futuro.

Hay algunos buenos científicos, como Richard Lindzen en el MIT (3), que trabajan en los detalles de la teoría climática e intentan comprender la atmósfera en detalle. Ellos están avanzando palmo a palmo hacia la eventual solución de este tan complejo sistema. Actualmente, este sistema sólo puede ser evaluado empíricamente, ya que aún no ha sido comprendido.

No obstante, podemos demostrar que la hipótesis del calentamiento global causado por los seres humanos es falsa debido a que se cuenta con suficientes datos empíricos como para poder falsificarla. El calentamiento global causado por los seres humanos es una hipótesis que ha fallado en tantas pruebas experimentales que claramente carece de mérito alguno.

TNA: Para la persona media, esos informes del IPCC se ven con mucha autoridad, muy intimidantes. A nosotros nos parece como una batalla entre dos bandos de expertos. ¿Cómo sabremos a quién creerle?

Dr. A. R.: Ante todo, el hecho de que la ONU haya gastado enormes sumas de dinero para organizar reuniones de 600 personas que, en su mayoría, tienen un interés por sí mismas —muchos de los cuales reciben subvenciones para investigación y otras ventajas por el hecho de participar en ellas—, para intentar determinar algo que no es cognoscible con los datos y las técnicas que se poseen actualmente y producir luego un informe, no prueba nada.

Más aún, mucho de esos 600 están en desacuerdo con las conclusiones que anuncia el IPCC de la ONU. A los científicos nunca se les permite aprobar o desaprobar el informe final, y muchos de los comentarios que entregan para ser publicados en el informe son rechazados por los burócratas de la ONU.

En primer lugar, el informe que es inicialmente dado a publicidad por el IPCC de la ONU es un resumen ejecutivo editado por un puñado de personas que incluye burócratas, políticos, operarios de la ONU y algunos científicos. Estos publican un resumen ejecutivo que contiene propaganda de la ONU. Luego vuelven a los informes de los 600 científicos e insertan en ellos frases que se ajustan al resumen.

En ningún momento durante este proceso votan los 600 científicos en aprobación o en desaprobación de su propio informe o del resumen del mismo. De manera que este informe ni siquiera está aprobado por la gente de la cual se dice que lo ha producido. Este es un proceso fraudulento.

TNA: ¿No utilizan el mismo tipo de datos que ustedes?

Dr. A. R.: Sí, mayormente sí. Salvo que generalmente omiten de manera no ética la parte de los datos que no están de acuerdo con su hipótesis. Escogen las partes de los datos que favorecen su conclusión y descartan el resto.

Si se juega con los datos, las cosas se pueden falsificar. Y la ONU está escogiendo partes de los datos. Nosotros los consideramos todos.

TNA: Los científicos que no se sienten intimidados para hablar sobre esto son típicamente acusados por los ambientalistas de ser pagos por las compañías petroleras.

Dr. A. R.: Bueno, nunca hemos sido lo suficientemente afortunados como para recibir dinero de ellas, y quiero decir en ningún aspecto, ni personal, ni profesionalmente en nuestro laboratorio ni nada. Nunca hemos recibido una moneda de nadie que tenga un interés específico en esta cuestión. Sin embargo, el poder de la ONU para controlar y racionar la energía —la auténtica meta de sus actividades— tendría un impacto terrible y negativo en las vidas de todos los norteamericanos. En ese sentido, todos los que nos apoyan tienen un interés económico.

TNA: Al Gore hace también mucho énfasis en la recesión glaciar.

Dr. A. R.: Pero él sólo muestra los datos para los períodos de tiempo limitados que parecen dar apoyo a sus dichos […]. Algunos glaciares están en verdad creciendo, pero en promedio se encuentran decreciendo hacia tamaños más normales, típicos de las temperaturas mundiales promedio a largo plazo. […]

El incremento de temperatura reflejado en el tamaño de los glaciares comienza cerca de 1800. Los glaciares se han estado achicando durante los últimos 200 años. Comenzaron a achicarse un siglo antes de que la actividad humana produjera cantidades significativas de CO2. Note también que el encogimiento es lineal. El uso de hidrocarburos creció seis veces y la taza de derretimiento de los glaciares no cambió en lo absoluto.

Los glaciares comenzaron a achicarse mucho antes de que se utilizasen cantidades significativas de hidrocarburos, y cuando elevamos este uso en seis veces la taza de encogimiento no varió. Por lo tanto, el uso humano de hidrocarburo claramente no es la causa del encogimiento de los glaciares ni del leve incremento natural de temperatura que lo está causando.

TNA: ¿Qué es, entonces, lo que hace que la Tierra se caliente?

Dr. A. R.: Una buena pista es la contenida en los datos que muestran la temperatura del aire ártico en contraste con los de la actividad solar […]. Hay una buena correlación. La temperatura de la superficie contrastada con los datos de la actividad solar también se corresponden bien […].

TNA: ¿Y qué hay con la demostración que Gore hace en su película, con aquellos grandes gráficos, de que el CO2 se corresponde con la temperatura y que es, por lo tanto, la causa del calentamiento?

Dr. A. R.: En aquellas curvas, la temperatura asciende antes que el CO2 y desciende antes que el CO2. El CO2 va retrasado respecto de la temperatura. Y la razón de ello es que el alza del CO2 es causado por el alza en la temperatura y no a la inversa. Cuando la temperatura asciende, los océanos liberan dióxido de carbono, de la misma forma en que el dióxido de carbono es liberado por las bebidas suaves cuando su temperatura sube. Gore muestra las curvas con una pobre resolución, de manera que esto no pueda ser visto por el espectador. Su película está llena de docenas de otros errores deliberados y distorsiones (4).

Mi parte favorita es aquella en que Gore dice que “los científicos especializados en el calentamiento global cuentan con modelos de computadoras que hace mucho han predicho este alza en los niveles de temperatura”. Entonces despliega un gráfico de estas supuestas “predicciones” y de las temperaturas por ellas indicadas.

Este gráfico es falso en varios sentidos, pero lo más chocante es que la curva predicha por computadora comienza en 1938, antes de que tanto Al Gore como la computadora fueran inventados. A menos que Al Gore inventara la computadora antes de haber nacido y no se la haya mostrado a nadie excepto a los que diseñaban modelos climáticos hasta luego de la Segunda Guerra Mundial… ¡Esto es imposible, porque no había computadoras en 1938!

TNA: Hablando de computadoras, permitir a la ONU que se haga cargo de la energía del mundo tendría un gran efecto sobre nuestro alto nivel de vida, ¿no es así?

Dr. A. R.: Estimativamente, un nueve por ciento de la energía de los Estados Unidos se usa hoy para hacer funcionar las computadoras y la Internet. Esta tecnología no puede existir sin energía. Los automóviles requieren energía. No se puede calentar el hogar sin energía.

Si la ONU controla, raciona y grava con impuestos a la energía, tendrá el poder de determinar si puedes usar un horno a leña, si puedes conducir un automóvil o si puedes utilizar cualquier de la tecnología que hace posible nuestra vida moderna.

Cuando le dices esto a la gente, se desconecta. No pueden creer que vaya a suceder.

El poder para gravar con impuestos y racionar la energía es el poder para controlar el mundo, para tener el control sobre la vida y la muerte de cada ser humano en nuestro planeta. Ningún gobierno debería poseer este poder jamás. El proceso del IPCC de las Naciones Unidas no tiene que ver con el clima o con salvar el medio ambiente. Tiene que ver con el poder y con el dinero, un montón de dinero.

De tener éxito Al Gore y la ONU, el efecto no solamente será una disminución de la prosperidad en los Estados Unidos. En los países subdesarrollados, billones de personas están saliendo de la pobreza mediante la energía de hidrocarburos. Si sus suministros de energía son racionados y gravados con impuestos, se deslizarán de vuelta a la pobreza, a la miseria y a la muerte. Esto encaja con la agenda de control de población de las Naciones Unidas.

Si el mal uso y la falsificación del método científico que guía a esta manía del calentamiento global causado por los seres humanos tiene éxito, causará los actos de genocidio humano más grandes que el mundo haya conocido. Esto debe ser detenido.


NOTAS DE LA TRADUCCIÓN

(1) La teoría sostenida por la ONU y sus acólitos sobre el calentamiento global se ha vuelto incuestionable al punto de que algunos científicos que la refutan han recibido amenazas de muerte, llegando a ser incluso tildados de "negadores del calentamiento global", tal como puede verse en este artículo del Telegraph.

(2) IPCC. Sigla del Intergovernmental Panel on Climate Change (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) de las Naciones Unidas.

(3) MIT. Sigla del Massachusetts Institute of Technology (Instituto Tecnológico de Massachusetts)

(4) Las imprecisiones y fabricaciones presentes en el documental de Al Gore An Unconvenient Truth (Una Verdad Incómoda) son de diversa naturaleza y alcance. Acaso la más escandalosa sea la inclusión de pietaje de la película de ficción catastrófica The Day After Tomorrow (2005), la cual comparte con la campaña de la ONU el mismo inconfundible aroma de operación psicológica. Que Al Gore haya ganado un Oscar por este "documental" y que se le haya otorgado también el Premio Nobel de la Paz no debe confundir a nadie: sin ir más lejos, ¿no se premió también con este último al siniestro Henry Kissinger en 1973? Por otra parte, varios investigadores han vinculado a Gore con el Club de Roma, un think tank fundado en 1968 por el italiano Aurelio Peccei que suele trabajar codo a codo con las Naciones Unidas, al punto de que cuando uno lee los informes del Club tiene la sensación de que estos, y no otra cosa, son la auténtica fuente de las políticas de la ONU en materia de clima y población planetarios. En la página 75 de un informe publicado por el Club de Roma en 1991 bajo el título The First Global Revolution, bajo el revelador encabezado “El enemigo común de la humanidad es el Hombre” (?), se puede leer el siguiente pasaje, aún más revelador: “En la búsqueda de un enemigo común en contra del cual poder unirnos, nos dimos cuenta de que la idea de la polución, la amenaza del calentamiento global, la escasez de agua, el hambre y cosas por el estilo venían como anillo al dedo.”

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