Entrevista a David Noble (1)
(fragmentos)
Por Suzan Mazur
Counterpunch, 26 de Febrero de 2010
Para  poder entender exactamente lo que es la evaluación por pares, que hasta  ese momento creía que se trataba del equivalente científico de la  aprobación otorgada por el instituto de certificación de calidad, Suzan  Mazur se puso en contacto con el historiador de ciencia y tecnología  David. F. Noble.
Actualmente,  David Noble es profesor titular del Departamento de pensamiento social y  político de la Universidad York de Toronto. Su activismo relacionado  con la política en la ciencia afloró a comienzos de los años 70, cuando  nos cuenta que fue “forzado” por la Universidad de Rochester a ceder los  derechos de su tesis doctoral en historia para poder obtener su  doctorado.
Noble  es graduado en historia y química, título que obtuvo en la Universidad  de Florida. Durante 10 años trabajó alguna que otra vez como bioquímico  en Tufts, Purdue y en la facultad de medicina de Rochester.
Noble  continuó enseñando en el departamento de ciencia, tecnología y sociedad  del MIT (Massachusetts Institute of Technology), labor que había  comenzado en 1978. En 1984 se le negó el puesto fijo, y se lo despidió  “por sus ideas y por sus acciones que apoyaban esas ideas”. Noble estaba  en desacuerdo con la privatización creciente de las universidades, y el  MIT era una universidad que tenia vínculos estrechos con las empresas.  Dijo que la razón por la cual se le negó el puesto fijo era política, y  describió al proceso de asignación de puestos fijos del MIT como algo  planeado especialmente para un determinado fin.
David  Noble es autor de los siguientes libros: America by Design (Los Estados  Unidos proyectados deliberadamente), Forces of Production (Fuerzas de  producción), Digital Diploma Mills (Fábrica de diplomas digitales), A  World Without Women (Un mundo sin mujeres), Progress Without People (El  progreso sin la gente), The Religion of Technology (La religión de la  tecnología) y Beyond the Promised Land (Más allá de la tierra  prometida).
 He aquí la conversación de Suzan Mazur con David Noble:
(n.d.t.: debido a la extensión del artículo, sólo se han traducido algunas de las respuestas de David Noble).
“Según mi parecer,  el sistema de revisión por pares está haciendo lo que fue proyectado  para hacer, es decir, censurar y también filtrar. La revisión por pares  es un sistema de censura previa, revisión previa, y previa quiere decir anterior a la publicación. 
Según  mi opinión, la revisión por pares en su forma moderna es algo muy  reciente, data de la Segunda Guerra Mundial. Los miembros que  constituían lo que ahora llamamos ciencia eran personas con recursos. Lo  que sucede en la Segunda Guerra Mundial es que por primera vez el  contribuyente comienza a financiar la mayor parte de la investigación  científica. Ello nunca había sucedido antes.
Antes  de la guerra las fundaciones privadas financiaban a la mayoría de las  investigaciones. Y la comunidad científica contaba con mucha gente...  Para mi la distinción entre la comunidad científica y la comunidad  empresarial es muy sutil, pues están unidas por vínculos muy estrechos.
Por  los años 1943-1944, hubo un debate acerca de cómo iba a ser el  establishment científico de post guerra. Por ese tiempo, las empresas,  las universidades y los científicos que se mostraban reacios a aceptar  fondos federales por miedo a la participación del contribuyente, estaban  tan prendados de la generosidad que se les ofrecía que no querían  abandonarla. Pero no querían que el contribuyente se involucrase en sus  quehaceres. 
Harley  Kilgore, un senador de West Virginia, diseñó un plan para crear una  “Fundación científica nacional” donde el contribuyente – el ciudadano  común, no científico – iba a formar parte de los comités y comisiones  supervisando la adjudicación de los fondos para la investigación.
Como  respuesta a eso, Vannevar Bush y sus amigos presentaron una  contrapropuesta para organizar una “Fundación de investigación nacional”  – la que se convirtió en alguna medida en lo que hoy es la Fundación  científica nacional.
Esencialmente,  la legislación de Bush y cols. establecía que la ciencia iba a ser  financiada por el contribuyente pero controlada por los científicos.  Otra vez, los científicos – es importante recalcar- no son meramente los científicos, sino que son los científicos más las empresas para las que trabajan.
Los  comités y comisiones que supervisaban la adjudicación de fondos para la  investigación tenían que resolver un problema, que era la democracia.  El principio fundamental del sistema democrático establece que los  contribuyentes que financian algo están habilitados para controlar lo  que se hace con el dinero que aportan.
Harry  Truman dijo que esa era la legislación más antidemocrática que había  visto y por ello la vetó. La legislación sufrió cambios menores y se  convirtió en lo que hoy tenemos – un establishment científico manejado  por científicos con muy poca supervisión por parte de los políticos. El  elemento clave es que el modo con el cual apartaron al contribuyente fue  mediante la revisión por pares.
Si  el contribuyente paga por la investigación, ¿Los ciudadanos no deberían  estar representados en todas las comisiones científicas? El  propósito de la revisión por pares es efectuar una censura previa y creo  firmemente que si la gente desea criticar algo que se escribe, tiene  todo el derecho de hacerlo DESPUÉS de que haya sido publicado, no antes  de ser publicado. Para mi esta es la cuestión crítica.
Pues  bien, lo que sucedió con la revisión por pares, que comenzó dentro de  este establishment con el objetivo de apartar a la democracia, luego se  convirtió en el patrón oro para todo. 
Según  mi universidad, no tengo publicaciones. La única cosa que ahora se  revisa son las publicaciones evaluadas por pares, y de hecho ningún  trabajo mío fue revisado por pares. 
Pues bien, he aquí que los intereses comerciales aparecieron en la escena del sistema de evaluación profesional.  La gente publica principalmente para fomentar sus propias carreras,  porque ese es el patrón de medida. El tema es que la mayoría de lo que  se ha publicado no debería haber sido publicado. Sólo se lo publica con  ese objetivo, y muy pocas personas lo leen, o están interesadas en  leerlo. 
Lo  que la gente puede decir es, pues bien, estas empresas comerciales  publican nuestro trabajo. Y la razón por la cual se salen con la suya es  porque se implicaron personalmente, ellos mismos se introdujeron en el  proceso de acreditación y evaluación profesional. Por lo tanto todo  académico, todo científico tiene que publicar.
Los  editores están diciendo que no se les paga. Lo que yo diría es que el  modo con el que se les paga es mediante un ascenso en sus carreras. De  lo que estamos hablando es de la introducción de esos intereses  comerciales dentro de ese proceso. Es así como funciona. 
Situemos  la cuestión en un contexto más amplio – el 90% de la investigación  realizada en las universidades, incluso en las universidades privadas,  está financiada por el contribuyente. Cualquier compañía puede ir a la  universidad, dejar algún dinero para los almuerzos y hacer valer ese 90%  aportado y a cambio obtener derechos contractuales para efectuar una  revisión previa antes de la publicación. Todo el sistema se basa en  acuerdos de no divulgación, en licencias.
TODO ESTÁ EN VENTA
La  enmienda Bayh-Dole de 1980 establecía que a partir de ese momento las  universidades iban a gozar automáticamente de los derechos procedentes  de las patentes de la investigación financiada con fondos públicos. Lo  que significaba es que las universidades iban a entrar en el negocio de  las patentes y podían autorizar a la industria privada, y de ese modo  podían darle derechos sobre los resultados de la investigación  financiada por el contribuyente. Fue la mayor entrega en la historia de  los Estados Unidos.
La  mayoría de los científicos trabaja en las universidades. Desde 1980 en  adelante las universidades establecieron políticas de propiedad  intelectual de acuerdo con las cuales las universidades como  instituciones, como empresas, son dueñas de la investigación que  realizan los empleados. Eso es lo que las empresas privadas han estado  haciendo desde el comienzo del siglo veinte.
Supongamos  que eres un investigador en una universidad. Haces algunas  investigaciones y decides que hay algo allí que es de valor – pero  pertenece a la universidad. Y tal vez puedes llegar a un acuerdo con la  universidad. La universidad quiere vender los derechos y tal vez te dará  una pequeña parte de lo que obtenga.
Si  una compañía privada invirtió algún dinero para tal investigación,  existe un contrato que les da derechos. Uno de esos derechos es el de  REVISIÓN PREVIA A LA PUBLICACIÓN. Ellos quieren ver la investigación,  verificarla para ver si hay algo comercialmente viable, y pueden  censurarla. Incluso pueden llegar a decir que no quieren que digas nada  sobre ese tema. ESTA ES UNA PRÁCTICA DE RUTINA. ESTE ES EL ESTADO DEL  ARTE EN ESTE MOMENTO.
Un  libro indispensable es el de Jennifer Washburn, se llama Universities  Inc. y constituye una buena cronología de todo este cambio radical que  la Bayh-Dole trajo aparejado, etc. Desde todo punto de vista, los  periódicos, los microfilms de la universidad, toda la comercialización  de la investigación – desde todo punto de vista existe usurpación  comercial de toda la actividad científica.
Los artículos los redacta la industria farmacéutica.  Hay un tío que se llama David Healy, un psiquiatra famoso. Healy es un  experto en SSRIs, que son antidepresivos, y ha escrito mucho acerca de  este tema. Lo que sucede es que son las compañías farmacéuticas las  que en realidad escriben los artículos y luego colocan en ellos el  nombre del académico. ¿Cómo se salen con la suya? Pues bien, el  académico obtiene una publicación, aunque no sea algo escrito por él.
En  realidad la izquierda surge de una crítica a la religión a fines del  siglo dieciocho y a principios del siglo diecinueve. Y la ciencia la  reemplazó, reemplazaron a la religión por la ciencia.
La  ciencia se transformó en algo parecido a Dios. Pero desde la Segunda  Guerra Mundial, la crítica a la ciencia se convirtió en una cuestión muy  seria. Y la izquierda estaba demasiado ocupada en ver otra vez a la  ciencia como algo político, así como a los científicos como seres  humanos y como gente con intereses, etc. Por lo tanto ellos  desmitificaron a la ciencia.
Le  pusieron nombres muy diferentes, como construcción social, lo que sea.  Durante décadas hubo gente que criticó mucho toda esta cuestión y aun en  algunas partes lo sigue haciendo. Y luego llega esta campaña sobre el  calentamiento global.
Respecto a Al Gore – todo lo suyo es propaganda, un consenso de científicos.  Pues bien, cuando se tiene un consenso de científicos, ello debería  hacer sonar alarmas. Porque los científicos no deberían alcanzar ningún  consenso. En la ciencia debería haber todo tipo de controversia.
La  gente aun tiene la idea de que la ciencia es una comunidad de gente que  indaga y de que unos revisan el trabajo de los otros, pero eso nunca  fue verdad, siempre fue un mito.
La razón por la que funciona el sistema de revisión por pares es porque lo que está  implicado en ello es la carrera de la gente. Cualquiera que quiera  ascender u obtener un trabajo tiene que SOMETERSE a este sistema.  Yo nunca lo hice, pero soy la excepción. Tal vez porque soy una persona  de otros tiempos. Hoy en día, como no hay manera de obtener un  doctorado sin pasar por la revisión por pares, seguramente no habría  logrado convertirme en un profesor universitario.  A la gente no le queda otra salida que PLEGARSE. Eso es lo que se les  dice. Por lo tanto esos revisores anónimos tienen un poder de decisión  absoluto sobre la vida profesional de la gente.
De  hecho, un modo para cambiar este estado de cosas sería lograr que el  público forme parte de la Fundación científica nacional y de las  comisiones científicas del gobierno.
Cuando  se observa todo esto que es tan sórdido acerca del cambio climático en  la Universidad de East Anglia, la gente empieza a preguntar cuales son  los fundamentos de este juego. Es como si la izquierda se hubiese  adormecido.
Y cuando Alex Cockburn, Denis Rancourt y yo hicimos preguntas sobre el cambio climático, la izquierda nos puso en la picota, eso es algo alucinante.
Todo  se ha corrompido. La revisión por pares facilita la tarea a la gente  que efectúa evaluaciones. Todo lo que tienen que decir es que se trata  de un artículo revisado por los pares, y se terminó. En realidad ellos  no tienen siquiera ninguna obligación de leer nada. Por lo tanto,  suponed que estoy buscando un ascenso y el rector de la universidad  dice, oh, él tiene seis publicaciones revisadas por los pares. Pues  bien, como han sido revisadas por los pares, la gente que efectúa  evaluaciones no tienen obligación de leerlas. Lo que quiero decir es que  los hace salir del atolladero. 
¿DÓNDE ESTÁN LOS VERDADEROS ERUDITOS? No hay ninguno, pues todos ellos o están arruinados o han sido comprados. Existe una conformidad total dentro de la comunidad científica”.(1)David Noble fue historiador de tecnología, ciencia y educación. Enseñó en la División de Ciencias Sociales, y el departamento de Acción Social y Pensamiento Político en la Universidad de York en Toronto, Canadá.
vía: http://www.tig.org.za/TIGsp/Noble.htm





