Los inventores de enfermedades
Jörg Blech es científico y periodista, autor de "Los inventores de enfermedades. Cómo nos convierten en pacientes" (Destino). Un interesante libro que desenmascara los intereses ocultos de la industria farmacéutica y que ha permanecido más de un año en la lista de los libros más vendidos en Alemania.
-¿Quiénes son los inventores de enfermedades?
-Normalmente son compañías farmacéuticas y grupos de médicos que exageran o incluso inventan dolencias. Su negocio es la venta de enfermedades. Para cada pastilla ellos inventan un mal.
-¿Qué enfermedades han inventado?
-En general, los inventores de enfermedades intentan transformar procesos naturales o fases de la vida normales, en algo que debería ser tratado. Las mujeres que entran en la menopausia son declaradas "enfermas". El ejemplo más reciente de enfermedad inventada es el de la menopausia masculina. Los fabricantes de productos hormonales (geles de testosterona) ahora reclaman que el veinte por ciento de los hombres mayores (sobre sesenta años) sufren de algo llamado "menopausia masculina" o "andropausia".
-Comenta en el libro que se ha creado un negocio millonario donde los grupos farmacéuticos contratan a empresas especializadas en realizar ensayos, en los que colaboran miles de médicos que finalmente reclutan a personas en salas de espera y reciben primas a cambio. ¿Esto ocurre en todos los países? ¿El poder de las multinacionales está por encima de cualquier gobierno sea del signo político que sea?
-Hay un dicho entre médicos que dice: una persona sana o no ha sido examinada, o al menos no a conciencia. Y realmente, los valores de densidad por hueso y la presión sanguínea han sido reducidos en los últimos años. El valor aceptado para el nivel de colesterol en sangre ha cambiado también. Un grupo de profesores de medicina privada, con lazos con compañías farmacéuticas, declararon simplemente un nuevo valor, que transformó del día para la noche, a millones de habitantes del mundo occidental, en pacientes. El 68% de los hombres y el 56% de las mujeres de entre 30 y 39 años, desde entonces tienen el nivel de colesterol está supuestamente demasiado alto. La gente entre 50 y 59 años están aun más afectados: el 84% de los hombres y el 93 % de las mujeres. No hay justificación médica para estos estrictos valores, y algunos médicos los critican.
Frecuentemente, las consecuencias son enormes; la mayor parte de la población adulta en España y otros países occidentales fue transformada en "pacientes de riesgo".
Yo creo que esta práctica pasa en la mayoría de países del mundo occidental.
A menudo, no hay razón para condenarlo mientras las pruebas de nuevas pastillas sigan los procedimientos correctos de la ciencia. El problema es que algunas investigaciones clínicas están sólo enfocadas a conseguir el uso, por parte de médicos y pacientes, de ciertas pastillas.
"Los inventores de enfermedades intentan transformar procesos naturales o fases de la vida normales, en algo que debería ser tratado. Las mujeres que entran en la menopausia son declaradas enfermas"
-¿Cómo puede entenderse la paradoja de que por un lado nos estén diciendo que cada vez hay más enfermedades -muchas de ellas nuevas-, cuando la realidad nos indica que a medida que la sociedad avanza la esperanza de vida se alarga?
-Esto justamente enseña que estamos más sanos de lo que creemos. Las compañías farmacéuticas reclaman que cada vez hay más enfermedades, pero la gente vive cada vez más tiempo. Curiosamente, el enorme progreso y la esperanza de vida es principalmente causado por un mejor nivel de vida, mejor higiene, pero no por la medicina moderna.
-¿Cómo podemos defendernos de este engaño y evitar convertirnos en "sus pacientes"?
-Deberíamos tener presente que las enfermedades se están volviendo algo que, bastante a menudo, es construido por médicos y compañías. Deberíamos ser más críticos cuando oímos sobre "nuevos males" en los medios. El tan llamado "síndrome de Sisi", supuestamente una nueva variedad de depresión, llamada así por la antigua emperatriz austriaca, fue mencionada en cientos de artículos de periódicos alemanes. Sin embargo, fue el producto de un médico que trabajó para una compañía farmacéutica en Bavaria (Munich).
-¿Qué le llevó a escribir este libro? ¿No tiene la sensación de una lucha de David contra Goliat?
-Prácticamente cada semana compañías y sociedades médicas informan sobre el descubrimiento de nuevas enfermedades. Si tú coges estos hechos juntos, cada habitante del mundo occidental debería tener muchas, muchas enfermedades al mismo tiempo. Esto me llamó la atención. Empecé a investigar y averigüé que muchas enfermedades eran exageradas o eran simplemente inventadas.
No me siento como David, desde el momento en que yo, obviamente, hago sentir incómodo a alguien. Muchos médicos alaban mi libro y lo recomiendan a sus pacientes.
-Por último, ¿ha recibido algún tipo de amenazas?
-No, lo contrario, recibo invitaciones para dar charlas en público.
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